escaparate
Esta palabra tan habitual, no sólo entre comerciantes sino entre todos los hablantes, ya aparece citada en el libro cuarto de Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617), la obra póstuma de don Miguel de Cervantes (1547-1616) y quizá su favorita. En ella leemos que «la buena suerte y la buena dicha, que todo es uno, también puede llegar a la puerta del miserable en un saco de sayal como en un escaparate de plata», donde apreciamos un valor un poco diferente al actual, dado que significaba algo parecido a 'especie de bandeja donde se muestran o exhiben objetos', aunque esto evolucionó un poco hasta el valor actual.
Encuentra esta palabra su origen en el antiguo neerlandés, en la palabra schaprade, que significaba 'armario, alacena', valor conferido por las voces schapp, 'estante' y reden 'preparar, disponer' (compárese con el inglés to ready, 'preparar').
Sin embargo, la profesionalización de los establecimientos y la separación del ámbito doméstico hicieron que la palabra se aplique sólo a las vitrinas y al contenido de lo que nos muestran las tiendas en la calle, y ya nunca se use referido a los armarios de casa.
Diccionario del origen de las palabras