tragedia
En griego tragoidia, transformada en latín en tragoedia(m), significaba literalmente 'canción de machos cabríos', un compuesto de tragos, 'macho cabrío', y oidé -origen de oda-, 'canción', debido a que en las antiguas piezas teatrales helénicas era habitual que aparecieran coros de sátiros, representados por actores disfrazados con patas de cabra. Los sátiros eran divinidades menores que vivían en los bosques, solían formar parte del séquito de Dionisos, dios griego del vino, denominado Baco por los romanos, y tenían orejas, patas y cola de cabra (>> pánico). Su afán por acosar a las ninfas es lo que da origen al significado que tiene hoy en español la palabra sátiro.
Según Aristóteles (384-322 a. C.), la comedia, de komos, 'fiesta, regocijo', surge de cantos fálicos, y la tragedia de composiciones poéticas dedicadas a Dionisos. La teoría aristotélica es bastante discutible, pero, sea como fuere, lo que sí sabemos es que bajo la denominación de comedia se agruparon las piezas de tema más liviano y bajo la de tragedia aquéllas más «serias» o de argumento más complicado, en las que generalmente aparecían crímenes o crueles venganzas divinas que acabarían tiñendo a la palabra del sentido que hoy tiene en nuestra lengua.
Diccionario del origen de las palabras