yo
Expresamos este pronombre en castellano
1.º En los tiempos de los verbos para distinguir las personas, v. gr.: Decía yo, había yo dicho, diga yo, etc.
2.º Cuando queremos avivar la expresión o autorizarla con énfasis, v. gr.:
"Tú me harás desesperar (y yo habré de padecer y consumirme en silencio)"
"Visto he yo obispos de dos meses, y sumos pontífices de uno." GRAN.
"Pues todos me lo dicen, aunque yo no me lo veo, digo que soy contento." CERV.
3.º En ocasión de enojo hablando con inferiores, v. gr.:
"Haría yo una buena apuesta con vos, Sancho." ID.
"Yo lo mando."
4.º Cuando hay contraposición de personas en el discurso, v. gr.:
"Yo deseo a vos como miserable, mas vos a mí como misericordioso; yo a vos para tener quien me de, y vos a mí para tener a quien dar." GRAN.
5.º Tal cual vez por armonía del número y gracia de la dicción, según el buen gusto y ejercitado oído del escritor.
Fuera de estos casos es redundante y vicioso, v. gr.:
"Si yo hubiera creido lo que me dijiste, yo hubiera excusado esta pesadumbre." CERVANTES; donde yo es superfluo en la primera y en la segunda parte de la frase.
"Si yo consigo lo que yo deseo, yo moriré contento."
En esta frase no pueden los franceses dejar de emplear tres veces el pronombre je, y este es precisamente uno de los grandes defectos de su idioma: defecto que conocen, que quisieran a toda costa evitar, y a que los obliga, sin remedio, la índole de la construcción gramatical en su lengua. Pero semejante repetición, inexcusable en ella, es viciosa en la nuestra como contraria a su carácter, y porque hace, sin necesidad, flojo y arrastrado el discurso.
Debemos, pues, decir:
"Si consigo lo que deseo, moriré contento."
Hoy es comunísimo el uso del pronombre yo en forma de nombre sustantivo para expresar
1.º El apego que tenemos a lo que nos toca personalmente, v. gr.:
"La cortesanía debe ocultar el yo humano, y la religión aniquilarle."
2.º Todo lo que concierne y atañe a alguno, v. gr.:
"La irreligión concentra todas las pasiones en la bajeza del interés particular, en la abyección del yo humano."
3.º El hombre con su egoísmo y sus pasiones, v. gr.:
"El yo es para los egoístas el alfa y el omega del universo."
4.º La personalidad metafísica, esto es, el ser o la sustancia en que se realizan los hechos del fuero interno, y el sujeto que los percibe y tiene conciencia de esa percepción, v. gr.:
"No obstante los cambios continuos del individuo material, el mismo yo subsiste siempre."
Estas acepciones, tomadas de las que los franceses dan a moi (imitando a los alemanes) deben conservarse en el lenguaje filosófico, y emplearse con parsimonia en el literario.
Diccionario de galicismos