botas

1. ponerse las botas / hasta las botas loc. Disfrutar de algo, sobre todo, comer y beber en exceso. Beneficiarse enormemente con algo. Literalmente cuando alguien se pone las botas puede indicar que se dispone a emprender la marcha, por lo cual no existe una relación o conexión con el sentido primero de la locución apuntada. Tal vez la motivación resida en el uso de la preposición hasta, que señala un sitio alejado, es decir, alguien se pone (come o se beneficia, figuradamente) hasta el lugar más extremo, las botas. En otras expresiones disfemísticas se usa como ubicación el culo (ponerse hasta el culo de langostinos, por ejemplo). Esta locución ya se atestigua desde 1905 en el Diccionario de argot español de L. Besses. ME HE PUESTO LAS BOTAS en la comunión. Me he hartado de langostinos.

2. colgar las botas loc. (fútbol) Cesar de practicar el deporte. En cada deporte existe un objeto simbólico o representativo, como son las botas de los jugadores de fútbol o la coleta de los toreros. Por ello cuando un jugador se retira del fútbol se dice metafóricamente que ha colgado las botas, y del torero que se ha cortado la coleta. Pronto COLGARÁ LAS BOTAS, porque el entrenador ya no lo convoca a jugar.

Recurso: Diccionario de argot on Buho.Guru

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  1. botas — pop. Integrantes de las fuerzas armadas, especialmente del Ejército. Diccionario de lunfardo