poder

■ Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder. (Abraham Lincoln)

■ El poder es bien tenido cuando el poderoso es más amado que temido. (Adelardo López De Ayala)

■ La crítica del jefe por el subordinado debe ser un accidente, no un hábito. (André Maurois)

■ Al poder le ocurre como al nogal: no deja crecer nada bajo su sombra. (Antonio Gala)

■ Cuando el jefe puede lo que quiere, se corre el gran riesgo de que quiera lo que no debe querer. (Baldassare Castiglione)

■ Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona. (Baltasar Gracián)

■ El poder absoluto fue y será siempre la causa de la decadencia y de las desgracias de los pueblos, que tarde o temprano llegan a padecer los mismos reyes. (Barón De Holbach)

■ El depositario del poder siempre es impopular. (Benjamin Disraeli)

■ No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder. (Benjamin Franklin)

■ La autoridad no se entiende sin prestigio, ni el prestigio sin el distanciamiento. (Charles De Gaulle)

■ Con un poder absoluto hasta a un burro le resulta fácil gobernar. (Conde De Cavour)

■ Hay dos tipos de personas en la tierra: aquellas que se elevan y aquellas que se inclinan. (Ella W. Wilcox)

■ El poder impregna de indiferencia todo lo que no es poder. (Enrique Tierno Galván)

■ Uno puede apoyarse sobre su puesto, pero no sentarse en él. (Erich Kastner)

■ Tiene poder aquel en quien la masa cree. (Ernst Raupach)

■ El que acaba de hacerse con el poder es siempre de condición severa. (Esquilo)

■ Los hombres situados en altos puestos son tres veces siervos. (Francis Bacon)

■ Representa un extraño deseo buscar el poder y perder la libertad. (Francis Bacon)

■ El poder es el afrodisíaco más fuerte. (Friedrich Nietzsche)

■ El que ha perdido el respeto de sí mismo no sabe ya mandar ni conducir. (Friedrich Nietzsche)

■ El poder, la más completa de las servidumbres. (Georges Clemenceau)

■ No puede uno confiarse a sus superiores cuando ha triunfado donde ellos fracasaron. (Graham Greene)

■ Dad todo el poder al hombre más virtuoso que exista, pronto le veréis cambiar de actitud. (Herodoto)

■ Los puestos de responsabilidad hacen a los hombres eminentes más eminentes todavía, y a los viles, más viles y pequeños. (Jean De La Bruyère)

■ Cualquier poder si no se basa en la unión, es débil. (Jean De La Fontaine)

■ Después del poder, nada hay tan excelso como saber tener dominio de su uso. (Jean Paul Richter)

■ El mando y señorío es de aquellos que vencieron la batalla. (Jenofonte)

■ Hay dos poderes pacíficos: el derecho y la astucia. (Johann W. Goethe)

■ El mando debe ser un anexo de la ejemplaridad. (José Ortega Y Gasset)

■ El poder sólo corrompe a los corruptos, hace golfos a los que son golfos e inmorales a los que ya lo eran antes. (Juan Barranco)

■ El poder de los príncipes es débil cuando dejan de respetarlo sus vasallos. (Juan De Mariana)

■ El máximo de poder es la iniciación de la decadencia. (Lin Yutang)

■ El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. (Lord Acton)

■ Si te propones mandar algún día con dignidad, debes servir con diligencia. (Lord Chesterfield)

■ Por muy alto que sea el trono, siempre está usted sentado sobre el culo. (Michel E. De Montaigne)

■ Nunca los cetros y coronas de los emperadores farsantes fueron de oro puro, sino de oropel y hoja de lata. (Miguel De Cervantes)

■ Yo imagino que es bueno mandar aunque sea a un hato de ganado. (Miguel De Cervantes)

■ Los hombres son como los números: sólo adquieren el valor de la posición que ocupan. (Napoleón)

■ Sólo se deja guiar un pueblo cuando se le enseña un porvenir; un jefe es un comerciante de esperanzas. (Napoleón)

■ No hay que atacar al poder si no tienes la seguridad de destruirlo. (Niccolo Maquiavelo)

■ Un jefe es un hombre que tiene necesidad de otros hombres. (Paul Valéry)

■ Quien todo lo puede ha de temerlo todo. (Pierre Corneille)

■ ¿Queréis conocer a un hombre? Investidle de un gran poder. (Pitaco)

■ No hay autoridad como la que se funda en la justicia y se ejerce por la virtud. (Plinio El Joven)

■ Una autoridad que se funda en el terror, en la violencia, en la opresión, es al mismo tiempo una vergüenza y una injusticia. (Plutarco)

■ Un jefe debe tener los ojos tan puros como las manos. (Plutarco)

■ El que quiera ser líder debe ser puente. (Proverbio Galés)

■ Mira a quien está sobre ti como a tu padre, y a quien está debajo como a tu hijo. (Proverbio Iraní)

■ Cuando tres personas marchan juntas, tiene que haber una que mande. (Proverbio Manchú)

■ La caída de lo alto es mucho más peligrosa. (Publio Siro)

■ Mandando mal se pierde la autoridad del mando. (Publio Siro)

■ El poder cree que las convulsiones de sus víctima son de ingratitud. (Rabindranath Tagore)

■ Las autoridades son legítimas cuando sirven al bien, cesan de serlo al cesar de servirlo. (Ramiro De Maeztu)

■ Los amos del pueblo serán siempre aquellos que puedan prometerle un paraíso. (Remy De Gourmont)

■ El poder no corrompe; el poder desenmascara. (Rubén Blades)

■ El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo. (Séneca)

■ Nadie ha conservado jamás largo tiempo un poder ejercido con la violencia. (Séneca)

■ No tengamos envidia de los que están encaramados, porque lo que nos parece altura es despeñadero. (Séneca)

■ Manda cuando hubieres aprendido a obedecer. (Solón)

■ El poder conseguido por medios culpables nunca se ejercitó en buenos propósitos. (Tácito)

■ El poder no está nunca seguro si es excesivo. (Tácito)

■ Para quienes ambicionan el poder no existe vía media entre la cumbre y el precipicio. (Tácito)

■ Nadie ejercitó jamás bien un poder conquistado maliciosamente. (Tácito)

■ Se equivoca profundamente quien crea que establece mejor la más duradera autoridad por la fuerza que por un pacto amistoso. (Terencio)

■ La debilidad luchando con el poder nada puede esperar de la justicia de los hombres. (Tito Livio)

■ Todos quieren ser amos, y ninguno el dueño de sí mismo. (Ugo Foscolo)

■ Que manden los que tienen qué perder. (Vicente Blasco Ibáñez)

■ No todos lo podemos todo. (Virgilio)

■ La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano. (Voltaire)

■ El amor a la libertad es amor al prójimo; el amor al poder es amor a sí mismo. (William Hazlitt)

■ En cuanto una persona carece de delicadeza, te tiene en su poder. (William Hazlitt)