A Cristo prendieron en el huerto porque allí se estuvo quieto.
Aconseja no desdeñar la amenaza y poner los medios necesarios para salvarse de los peligros. Lo decía Celestina: El hombre apercibido, medio combatido. Con socarrona irreverencia, previene otro: ¡Fíate de la Virgen y no corras!
Recurso:
Diccionario de refranes, dichos y proverbios
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