Gallo de Morón, cacareando y sin pluma se quedó, (El)
Advierte que los arrogantes siempre acaban malparados. Se dice en alusión al desastroso fin del gobernador de la villa sevillana de Morón, que a causa de su inaudito despotismo fue sañudamente asesinado en el siglo XVI.
Recurso:
Diccionario de refranes, dichos y proverbios
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