echar margaritas a los cerdos

Ofrecer cosas de mucha calidad a quien no tiene la preparación suficiente para disfrutarlas. Regalarte a ti un libro, con lo bruto que eres, es echar margaritas a los cerdos. A pesar de lo que pueda parecer, margarita no es aquí la flor, sino un tipo de perla de muchísimo valor, conocida técnicamente como melegarina margaritina. De hecho, a veces se dice echar perlas a los cerdos. La frase tiene un origen bíblico, pues aparece en el Nuevo Testamento, en el pasaje del Sermón de la Montaña (San Mateo, VII-6): «No deis las cosas santas a los perros ni echéis vuestras margaritas a los puercos.».

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru