manos blancas no ofenden

Con esta frase se indica que una ofensa no causa ningún efecto en el ofendido debido a las características de la persona que ofende. Esta mañana me he encontrado con Margarita, me ha echado en cara que me he aprovechado de su hermana y ahora la he dejado y me ha llamado de todo. En fin, manos blancas no ofenden. La frase se le atribuye a uno de los personajes más intrigadores y con menos escrúpulos que han circulado por las cortes de los reyes de España en toda la Historia, don Francisco Tadeo de Calomarde (1773-1842), ministro de Gracia y Justicia de FernandoVII. Calomarde, presionado por los partidarios de la reina Cristina, hace firmar al moribundo rey el decreto de abolición de la ley sálica, que impide reinar a las mujeres, con lo que puede subir al trono la única hija de Fernando VII, Isabel II; posteriormente, tras haber recibido numerosas presiones por parte del hermano del rey, Carlos María Isidro, le hace firmar el decreto de abolición de la abolición, o sea, de restablecimiento de la ley sálica... En estas estamos cuando la infanta Carlota Luisa, hermana de la reina Cristina y cuñada del rey, partidaria de que reine su sobrina Isabel, se cruza con Calomarde por un pasillo y le planta una sonora bofetada. El ministro contesta con la frase «Manos blancas no ofenden, señora», y sigue su camino. Todo este lío, ya se sabe, acabó llevando al país a la guerra carlista.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru