tocarle a alguien la china

Corresponderle a alguien la tarea más difícil, más ingrata o más comprometida. Han hecho un sorteo y al final tengo yo que venir a trabajar el sábado... Es que siempre me tiene que tocar a mí la china. La expresión se debe a un juego o una forma de echar algo a suertes que consiste en meter una piedrecilla o china en un puño y mostrar a otra persona las dos manos cerradas. Si esa persona adivina dónde está la piedra, pierde. Es algo parecido a jugar a los chinos, juego que debe su nombre a las piedrecillas o chinas que se emplean en él.

Recurso: Diccionario de refranes, dichos y proverbios on Buho.Guru