amazona

Es realmente discutida la etimología de esta palabra, que designaba a una mujer de algunas razas guerreras de la Antigüedad, originarias de Escitia, en un impreciso Norte, bien en el Cáucaso, o en la margen izquierda del Danubio, o, quizá, al Norte del mar Negro, por donde ahora situamos Ucrania.

La mitología nos cuenta que estaban guiadas por una reina, y que formaban un matriarcado guerrero, pues no en vano descendían de Ares (el terrible dios griego de la guerra), aunque también de Harmonía, una ninfa apasionada por la paz, y que rendían culto a Artemisa, la diosa virgen, gemela de Apolo, erigida en reina de los bosques y de la caza.

Dado que no toleraban la presencia de hombres cerca de ellas, sólo cada cierto tiempo, y con el único fin de perpetuar la raza, se unían con extranjeros. Pero si la criatura nacida de esos encuentros era un niño, lo entregaban a su padre o lo mataban, y sólo criaban a las niñas, a las que cortaban (o quemaban) un pecho para que no les estorbase en el manejo de la lanza o del arco.

Señalan los historiadores que el inmenso río cuya cuenca se extiende por Brasil, las Guayanas, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y que hoy conocemos como Amazonas, recibió dicho nombre hacia 1541 porque el explorador español Francisco de Orellana (1511-1546) relató que había sido atacado por una tribu de mujeres guerreras en la región.

Respecto al origen de la palabra, cuatro son las posibilidades que se nos ofrecen:

La primera de ellas, la más extendida, es la que afirma que el nombre procede del latín Amazones, y éste del griego Amazónes como un nombre de un pueblo o gentilicio.

Otra etimología podría hacer derivar la palabra del griego Amazon pero con el significado de 'sin pecho', a partir de a- ('sin') y mazon, 'tetillas' (>> mastodonte), perfectamente aceptable si recordamos esa amputación voluntaria de una de las mamas de las guerreras.

En tercer lugar, hay quien afirma que, como las Amazónes aparecen citadas como una población de Escitia, se supone que su nombre procede del persa, pues algunos autores defienden la etimología amaza-karan, que significa 'hacer la guerra'.

Por último, también es posible que, tratándose de un préstamo al griego, quepa pensar que la -z- sea una transcripción aproximada, y así, es posible que tenga relación con la palabra amaxa 'carro', suponiendo que éste se aplicara al de combate, o más bien por el gran uso que hacían del carro los escitas, que eran llamados por ello «amaxobios» por Ptolomeo (aprox. 90-168 d. C.), y «amaxeúontes» por Filóstrato de Lemnos, hacia el siglo III d. C.

La actualidad nos trae el primer significado hasta el de 'mujer que monta a caballo', y especialmente referido a la que compite en pruebas hípicas.