e

La segunda vocal más frecuente de nuestro idioma (después de la a) no comparte este uso con otras lenguas como, por ejemplo, el árabe literario, que sólo dispone de a, i y u.

Más drástico era el fenicio, el idioma al que le debemos, en primera instancia nuestro abecedario, dado que en aquella lengua no existían más que consonantes, lo que explica el hecho de que la letra e naciera como consonante, y no como vocal.

Fueron precisamente los fenicios los que dieron a la e el nombre de he, que significaba 'verja de ventana', y quizá de ahí proceda su forma en el alfabeto fenicio, en el que la letra era una línea inclinada hacia la izquierda, de la que salían tres pequeñas líneas hacia abajo, formando así, como era costumbre, algo parecido a lo que significaba. Por lo que podemos saber, la pronunciación era, más o menos, como la de una jota española, como ocurre actualmente en hebreo, árabe y etíope.

La transmisión de esta letra no estuvo exenta de dificultades, surgidas, sobre todo, por las diferencias existentes entre los alfabetos fenicio y griego, con la paradoja de que sería éste el que difundiera aquél. Como decimos, los fenicios podían expresarse perfectamente sin vocales (como ocurre, por ejemplo, con el hebreo clásico), pero esto para los griegos era algo realmente incomprensible, pues su lengua llegaba y llega al extremo opuesto de disponer de palabras formadas exclusivamente por vocales, como, por ejemplo, aei ('siempre'), eáo ('permitir'), ('bien') o aiei ('dónde'). La otra gran diferencia entre los dos idiomas era que el fenicio estaba lleno de sonidos guturales (los que se producen en la garganta, como una jota fuerte), mientras que en el griego escaseaban, por lo que, por decirlo de alguna forma, sobraban muchos de los signos fenicios, como le ocurría al citado he. Así, cuando los griegos vieron aquella especie de reja de tres rayas que no correspondía a ninguno de sus sonidos, le dieron el significativo nombre de épsilon, o, lo que es lo mismo, 'e desnuda', es decir, 'sin aspiración, sin sonido gutural'.

Asentada la letra (y su sonido) en el griego, de aquí pasó al alfabeto etrusco, de donde la tomaría el abecedario latino.

Digamos, por último, que en la Edad Media era frecuente que la e estuviera unida a otras letras, si bien sólo se conserva el más frecuente, en la conjunción et ('y' en latín), que se mantiene en el signo , en el que la t se inclinó hacia atrás hasta unirse del todo a la E mayúscula anterior de Et.

Recurso: Diccionario del origen de las palabras on Buho.Guru

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  1. e — 1 s f Sexta letra del alfabeto; representa el fonema vocal medio anterior. 2 conj Forma que toma la conjunción y cuando va antes de palabras que empiezan con i o hi: "Educativo e interesante", "Madre e hija", pero no cuando va ante diptongo: "Pasto y hierba". Diccionario del español usual en México
  2. e — f. Quinta letra del abecedario español y segunda de sus vocales. Conjunción copulativa, se emplea en lugar de y antes de palabras que comienzan con i o hi, pero no en casos de interrogación o admiración. Diccionario del castellano
  3. E — Eosinófilo - Eritrocito - Esófago - Especificidad - Esterilización - Vitamina E (Tocoferol). Diccionario de siglas medicas