guirigay

Muchas son las palabras que nacen de la manera más primitiva posible, imitando alguna característica que representa o recuerda la palabra que nombran. Este mecanismo, conocido como onomatopeya es la base, por ejemplo, de muchas lenguas en estado puro, sin evolucionar, en los orígenes del lenguaje humano, y es, por tanto, también la base del lenguaje infantil, que, en sus primeras fases, llama a las cosas por su sonido, quizá de una manera más pura que las onomatopeyas oficiales.

La voz (nunca mejor dicho) que nos ocupa sigue también este proceso de creación, como lo hacen todas aquellas que combinan elementos como g-r-g referidas a la garganta (obsérvense las consonantes de la propia palabra), que es la parte del cuerpo que, precisamente, produce esos (o parecidos) sonidos. Así podemos recordar gargajo, gárgara, gorgojeo, gogorito, regurgitar o el irónico gorigori, para imitar el canto en latín, etc., por lo que guirigay no se encontraría muy alejada de esas palabras. Algunos autores sospechan que, además de la onomatopeya, esta palabra pudo estar fuertemente influida por la voz >>algarabía, que habría reforzado los significados concretos de 'lenguaje confuso' y 'griterío, confusión', que comparten ambas, sin descartar una posible ayuda para fijar la forma de la palabra.