El Pasatiempo

(Matanzas, 1833-1834). Revista. El Primer número correspondió al 7 de diciembre. Afirma Israel M. Moliner en la página 6 de su índice cronológico de la prensa en Matanzas (Matanzas, Imp. García, 1955) que su director fue Antonio C. Ferrer y que se imprimía en la imprenta de Tiburcio Campe. En la revista no hemos encontrado el nombre de Ferrer en ningún sitio. El de Campe sí figura, además de como impresor, como editor de la publicación e incluso todas las notas que aparecen dirigidas «al público» están firmadas por él. Cada número expresaba: «Este periódico se publica todos los sábados, y se reparte gratis a los señores que están abonados en Matanzas al Diario de la Habana.» Posteriormente su periodicidad fue bisemanal. Se señalaba en el primer ejemplar: «A la parte política seguirán variedades, anécdotas y artículos de literatura. En esta última clase daremos lo nuevo y mejor que llegue a nuestra manos; y en las otras traduciremos de los impresos estranjeros [sic] lo que más puede escitar [sic] el interés de los lectores.» Y más adelante se exponía: «Para llenar el lugar destinado a la poesía, hemos rogado a Desval, Dorilo y Delio, nuestros amigos, se encarguen de llenar los deseos del público que aplaude sus trabajos felices [...]. Daremos también las noticias que convengan al comercio: anunciaremos la salida y entrada de buques, los sobordos de éstos y los precios corrientes de la plaza. En noticias políticas todos los sábados haremos un resumen de las que se hayan recibido en la semana. En todo prometemos exactitud y veracidad; y cuando se agoten nuestros materiales o nos falten las fuerzas para seguir en la obra, con franqueza y respeto lo diremos así a nuestro juez, que es el público.» Publicó traducciones, anécdotas de carácter histórico, poemas, máximas y pensamientos, trabajos que reflejaban la situación política de España, cuentos, narraciones, crítica y teoría literaria y modas. La mayoría de las colaboraciones están firmadas con seudónimos: Delio (seud. de Francisco Iturrondo), Desval (seud. de Ignacio Valdés Machuca), Dorilo (seud. de Manuel González del Valle), Dulcidio, Dalmiro, Plácido (seud. de Gabriel de la concepción Valdés), de quien señala Moliner en su ya mencionado trabajo que fue precisamente en esta revista donde publicó sus primeros poemas, Fileno (seud. de Anacleto Bermúdez), Antriso (seud. de Diego Fernández Herrera), Ben-Alí, Coridon y Floralbo. Se hacen constar las colaboraciones de José Victoriano Betancourt y Ramón Vélez Herrera. En el número 54, correspondiente al 31 de julio de 1834, aparece una nota de Tiburcio Campe en la que señala que dejaría la dirección del periódico, por motivos de enfermedad, en manos de «varios señores que se han prestado a mis súplicas». Añade también que los nuevos redactores editarán próximamente El Pasatiempo en La Habana, «... sin que por ello deje de seguir repartiéndose en Matanzas [...]». Anunciaba un amplio plan de mejoras y modificaciones. Todo parece indicar que Campe no abandonó la dirección del periódico, pues en el último nútilero Publicado (72), correspondiente al 30 de septiembre de 1834, señala en una nota «Al Público» lo siguiente: «Desde hoy suspendo la publicación de este periódico, porque no puedo consagrarme a él, a causa de que mis enfermedades continúan [...].» Señala que «Los individuos que tomaron parte en la empresa desde el mes anterior, tienen hoy atenciones de importancia más grave, y ya no les es posible seguir honrándome con su poderosa ayuda». Aclara además que no ha tenido ningún problema con el gobierno, tal y como algunos comentaron, y que la única razón de suspender la publicación es por sufrir «padecimientos tan agudos como prolongados». Al final de la nota afirma que una vez mejorada su salud dará «principio a otro periódico que, con la aprobación del escelentísimo [sic] señor capitán-general, y con el título de Diario de Avisos, saldrá en la Habana desde el lº de noviembre próximo [...]. Antonio Bachiller y Morales anota en la página 233 del tomo 2 de su obra Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública en la isla de Cuba (La Habana, Academia de Ciencias de Cuba. Instituto de Literatura y Lingüística. 1971) que «Fue el primer periódico que se ocupó de las cuestiones políticas a que daba lugar la guerra civil y tuvo una extensa suscripción en la capital». Entre los números 38 y 39 la revista publicó una hoja impresa que contiene un índice de los trabajos aparecidos en los primeros treinta y ocho números publicados.

Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru