REAL SEMINARIO DE SAN CARLOS Y SAN AMBROSIO

En sus orígenes, este establecimiento religioso-docente fue llamado Colegio de San Ambrosio, establecido en 1689 por el obispo Diego Evelio de Compostela con el fin de educar a doce niños pobres para posteriormente hacerlos sacerdotes. El sucesor de Compostela, don Jerónimo Valdés, llegado a La Habana en 1707, mejoró notablemente el Colegio al dotarlo de nuevas cátedras como las de filosofía, moral y cánones. El colegio adquirió el rango de seminario, con el nombre de Colegio Seminario de San Carlos, por el del monarca español Carlos III. Una vez expulsados los jesuitas de La Habana en 1767, el Colegio ocupó el edificio que éstos habían edificado, y ya a partir de 1773, gracias a la iniciativa del obispo Santiago José de Hechayarría, se convirtió en Real Seminario de San Carlos y San Ambrosio. Los mayores progresos que alcanzó esta verdadera institución cultural se lograron cuando el obispo Juan José Díaz de Espada y Landa se hizo cargo del arzobispado en 1802, cargo que desempeñó hasta su muerte en 1832. Introdujo el obispo un gabinete de física, clases de esta ciencia, así como de química y botánica. Se convirtió así, como señala Emilio Roig de Leuchsenring en la página 181 del tomo 3 de su obra La Habana. Apuntes históricos (La Habana, Consejo Nacional de Cultura, 1964) «en establecimiento de enseñanza general, y de la más alta calidad, no meramente eclesiástico, haciéndole vivir [el obispo Espada] su período más brillante y trascendental para el desarrollo de nuestra cultura, hasta el punto de que habiendo sido fundada con anterioridad la Universidad de La Habana, por muchos años fue el Seminario el centro principal del saber en Cuba, el más docto a la vez que el más progresista, excepcional así por la excelencia y novedad de sus enseñanzas como por la extraordinaria ilustración y la apostólica consagración de los grandes maestros que en él profesaron...» En efecto, ocuparon cátedras en el Real Seminario, entre otros destacados intelectuales y pensadores cubanos, el padre José Agustín Caballero, Félix Varela -quien además de desempeñar la cátedra de Filosofía se ocupó de la de Constitución, creada a iniciativas de la Sociedad Económica de Amigos del País en 1820, como consecuencia de haber sido restablecida en España la Constitución liberal de 1812-, José Antonio Saco, quien reemplazó a Varela en la cátedra cuando éste fue a España como diputado a Cortes; José de la Luz y Caballero, Nicolás Manuel Escobedo y Bemardo O'Gavan. Posteriormente, el seminario fue estrechando los amplios marcos culturales que había logrado alcanzar y su carácter se redujo a lo que fue en sus inicios; o sea, un establecimiento dedicado a la preparación de sacerdotes.

BIBLIOGRAFÍA Bachiller y Morales, Antonio. «Real Colegio de San Carlos y San Ambrosio de La Habana», en su Apuntes para la historia de la letras y de la instrucción pública en la isla de Cuba. T. 1 | «Bibliografía de Antonio Bachiller y Morales», por Vidal Morales y Morales. La Habana, Academia de Ciencias de Cuba. Instituto de Literatura y Lingüística, 1965, p. 283-296. | Rosain, D. «La Habana antigua. Seminario San Carlos», en Cuba y América. La Habana, 15 (31): 11, jul. 6, 1912.

Recurso: Diccionario de la Literatura Cubana on Buho.Guru