dejar
"Déjole a usted pensar cuánto me asombraría aquella salida tan fuera de propósito."
Dejar pensar a alguno es en castellano darle tiempo, espacio para que piense; mas no excitarle a considerar, a meditar, a poner la consideración en alguna cosa.
"Toma mi vida y deja vivir a mi hijo."
Dejar vivir es en nuestra lengua dejar a uno quieto, no acosarle, ostigarle ni atormentarle. Dejarle que viva es dejarle la vida, no quitársela, que es lo que se pide en la frase censurada.
"Le dejé el honor de hacerlo." Le cedí la gloria de hacerlo, de verificarlo, de ponerlo por obra, etc.
"Esto deja mucho que pensar." Debe decirse: Esto da mucho que pensar.
Y sin embargo, podemos decir Esto deja mucho que desear, o Esto no deja nada que desear; pues aunque estos modos de hablar son traducciones literales de los franceses Laisser quelque chose à desirer, Ne rien laisser à desirer, expresan con exactitud y viveza que alguna cosa ha quedado incompleta, o bien que es perfecta en su línea. Equivale a nuestras expresiones castizas Colmar los deseos, Henchir las medidas, Llenar todos los números, etc.
Forzado por la medida del verso ha dicho MORATÍN Dejadme vivo por Dejadme vivir, que no debe imitarse.
"No tengo nada, ni es menester: dejadme vivo, sayón cruel."
El coche en venta.
Diccionario de galicismos