cantar la palinodia

Retractarse, desdecirse públicamente de lo dicho con anterioridad. Los griegos, que eran cultos y redichos hasta la saciedad, inventaron unas composiciones poéticas destinadas precisamente a decir lo contrario de lo que habían dicho antes, composiciones que, claro está, se cantaban o recitaban en público y que se llamaban, precisamente, palinodias, traducido a nuestra lengua, algo así como «nuevos cantos». Para los ávidos de saber: la primera palinodia fue la compuesta por Estesícoro, poeta que narró el rapto de Helena y a quien, por haberse atrevido a relatar los hechos tal y como fueron, Cástor y Pólux, hijos de Zeus, dejaron ciego. El pobre Estesícoro escribió entonces la tal palinodia, en la que afirmaba que la raptada no había sido Helena, sino una doble suya, y, lo que son las cosas, al terminar de componerlo, recuperó la vista.