saltarse algo a la torera

No cumplir un deber o una obligación. Hoy tenías que haberte tomado las pastillas, pero, como siempre, te las has saltado a la torera. Antes de que la corrida de toros existiera más o menos como tal a finales del siglo XVIII, se efectuaban los llamados juegos del toro, uno de los cuales consistía en citar al animal con una pértiga y, cuando estaba cerca, tomar impulso, clavar el palo en la arena y pasar por encima de él. Este es el salto a la torera, recogido por Goya en uno de sus grabados. Llámese, si se quiere, al toro obligación, y pértiga a la cara dura de quien no cumple sus deberes.

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