abandonado, da
Es participio pasivo del verbo ABANDONAR, SE, y como tal se ha usado siempre diciendo, v. gr.: Abandonado a la prostitución, Abandonado en manos de la Providencia, Abandonado de o por sus amigos. El buque quedó abandonado al arbitrio de las olas y del viento.
Y aun familiarmente se dice: Es un abandonado, una abandonada, de la persona que se entrega a la ociosidad, y no cuida de sus obligaciones o conveniencias; pero las frases siguientes, que he visto en escritos modernos, dan a nuestro vocablo acepciones que jamás ha tenido en castellano, y son enteramente francesas.
"Fuerza es que seais los más abandonados (descarados, atrevidos, imprudentes), calumniadores, para sostener con juramento tan palpable falsedad."
"Los niños abandonados (los niños expósitos o los expósitos) deben mucho a la ingeniosa caridad de las damas de HONOR Y MÉRITO de Madrid."
"Antes morir que entregar mi corazón a una abandonada como ella."
En esta última frase, abandonada está por perdida, prostituida, entregada al libertinaje. En este sentido, hablando de hombres, se dice en castellano, libertino, disoluto, vicioso, mujeriego, etc.
Recuerdo con este motivo algunos pasajes de Cervantes.
"Hay casas, así en Salamanca como en otras ciudades, que llevan de suelo vivir siempre en ellas mujeres cortesanas, o por otro nombre trabajadoras o enamoradas." Tía Fing.
"Estaban acaso a la puerta dos mujeres mozas, destas que llaman del partido." Quijote.