moral crítica frente a moral convencional

De manera breve, la diferencia entre la “moral convencional” y la “moral crítica” es la diferencia entre lo que las personas en una comunidad creen que es moralmente correcto y lo que de hecho es moralmente correcto. La distinción fue discutida por H. L. A. Hart (1907-1992) (en Derecho, libertad y moral (1963)), usando terminología levemente distinta (“moral positiva” en vez de “moral convencional”) en aras de criticar el argumento de Patrick Devlin (1905-1992) a favor de la imposición jurídica de la moral. El argumento de Devlin había sido que una moral compartida es crucial para una sociedad, y las sociedades tienen un derecho a defenderse a sí mismas en contra de aquellos que socavarían a la sociedad, al trastornar su moral compartida. Hart respondió que hay poco apoyo empírico para la perspectiva de que los cambios en las creencias morales compartidas “socavan” a la sociedad, en contraste con un simple cambio de la sociedad de maneras normales. Hart añadió que el interés de una sociedad en defender creencias convencionales sobre la moral debe, necesariamente, ser mucho más débil que su interés de reforzar lo que es de hecho moralmente correcto.

La diferencia entre lo que uno piensa que es correcto respecto de cuestiones morales y lo que es correcto será una distinción válida para todos, exceptuando aquellos que son escépticos sobre la moral y quienes creen que no hay verdad moral más allá de la visión mayoritaria de consenso de una comunidad específica (aunque una creencia en adscribirle la verdad o la falsedad a proposiciones morales es, muchas veces, asociada a una posición metafísicamente realista sobre la moral, los dos no son equivalentes. Sin embargo, la principal alternativa del realismo para fundamentar la verdad de las proposiciones morales es el convencionalismo. Para el propósito de discutir la “moral crítica” y la “moral convencional”, podría ser posible afirmar que la verdad o falsedad de proposiciones morales no deriva ni de su correspondencia, o bien de la ausencia de ella, ni de su acuerdo, o desacuerdo, con las creencias convencionales sobre lo que requiere la moral, pero esto puede ser una posición difícil de sustentar).

Por supuesto, sólo porque una autoridad afirme estar actuando en nombre de la moral crítica en vez de la moral convencional, no garantiza que la autoridad esté de hecho actuando consistentemente con lo que la moral requiere. Nadie tiene un acceso privilegiado o irrefutable a la verdad moral, y la historia parece estar llena de ejemplos tanto de mayorías sociales como de la elite, en una época determinada, que cometen errores descomunales en algunas cuestiones morales. Lo que la mayoría de las personas cree sobre algún asunto moral, después de una reflexión minuciosa, puede constituir buena evidencia, si bien lejos de ser concluyente, de lo que la moral de hecho requiere.

Véase Devlin, Patrick; Hart, H. L. A.; moral, imposición jurídica de la; principio del daño; realismo moral

Recurso: Diccionario de teoria jurídica on Buho.Guru