Diccionario de dichos y refranes
- Gaitero de Bujalance, un maravedí porque empiece, y diez porque acabe, (El)
- Gala y la gentileza ¿dónde están? Donde está la honestidad, (La)
- Gallina de mi vecina más huevos pone que la mía, (La)
- Gallo cantor, acaba en el asador.
- Gallo de Morón, cacareando y sin pluma se quedó, (El)
- Gallo que no canta, algo tiene en la garganta.
- Galán atrevido, de las damas preferido.
- Ganan buenos para ruines herederos.
- Gata de Marirramos, que está muerta y caza ratones, (La)
- Gato con guantes no caza ratones.
- Gato escaldado, del agua fría huye.
- Gaviotas en el huerto, temporal en el puerto.
- Gelves, madre, malos son de ganarse, (Los)
- General que en cien batallas vence, nada habrá ganado si la ciento una pierde.
- Genio y figura, hasta la sepultura.
- Gloria vana, florece y no grana.
- Golondrina que con el ala roza la tierra, lluvia recela.
- Golpe de la sartén, aunque no duela, tizna, (El)
- Gordo te veas y pordiosero seas.
- Gota a gota, la mar se agota.
- Goza de tu poco, mientras busca más el loco.
- Gracia pedida, velas encendidas; gracia lograda, ni velas ni nada.
- Gracias a manos mías, que voluntad de Dios visto habías.
- Gracias y buen trato, valen mucho y cuestan barato.
- gramática parda
- Gran maestra es la pobreza, pero empuja a hacer vileza.
- Grande pie y grande oreja, señal de grande bestia.
- Grano a grano, hinche la gallina el papo.
- Grulla trasera pasa a la delantera.
- Grumos de oro llama el escarabajo a sus hijos.
- Guarda qué comer y no guardes qué hacer.
- guardar como oro en paño
- guardarse las espaldas
- Guarismo eres y no más; según donde te pongan, así serás.
- Guay de la muerte, que non quiere presente.
- Guerra hace los ladrones, y la paz los ahorca, (La)
- gustarle a uno una escoba con faldas
- Gusto de la alabanza, a todos alcanza, (El)
- Guárdate de hombre que no hable y de perro que no ladre.
- Guárdate de mujer latina y de moza adivina.
- Guárdate del mozo cuando le sale el bozo.
- Guárdenos Dios de etcétera de escribano y de quid pro quo de boticario.
- Guárdese del pobre el rico, pues no hay enemigo chico.